Es un bagel con sabor a croissant, o mejor un croissant con forma de bagel, o…. de cualquier forma, los cragels son la última invención neoyorquina, que en los últimos años se ha dedicado a “sorprendernos” con estos híbridos, que consisten básicamente en coger dos deliciosos y muy populares alimentos, fusionándolos para crear pequeños “experimentos” culinarios que se convierten en furor, en parte gracias al eco recibido en las redes sociales.
Un poco de contexto
La mezcla de elementos es lo que precisamente ha hecho que a esta nueva tendencia se le conozca precisamente como eso: cocina híbrida. En el 2013 ya tuvimos a los cronuts, una mezcla entre croissant y donut que causó furor y largas colas de espera en la pastelería de Dominique Ansel en el SoHO neoyorquino.
El cronut, hoy en día una marca registrada (aunque existen reclamos de pasteleros que afirman haber sido los verdaderos inventores de esta exquisitez), alcanzó el zénit de su fama al ser nombrada por la revista Time como “una de las mejores invenciones del año 2013”
Podían verse filas interminables de desesperados peatones y oficinistas de la gran manzana apretujándose por conseguir el tan ansiado producto como requisito indispensable para poder empezar su jornada laboral.
Ahora, una pequeña pastelería de Brooklyn anuncia su nueva creación: los cragels, un híbrido entre bagel y croissant que según sus creadores no dura mucho tiempo en exhibición debido a su creciente popularidad.
Hace unos años las pastelerías en Nueva York empezaron a imponer la moda de los Cupcakes, que se extendió como un virus a todos los rincones del mundo ¿Lograrán los cragels y los cronuts el mismo efecto?
Pronto lo comprobaremos.